viernes, 23 de octubre de 2015

*Lectura crítica en Internet




Extracto de texto del libro:

Educación: riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información. 
Burbules, Nicholas C., and Thomas A. Callister. Buenos Aires: Granica, 2001. pág 119

"Internet en estos términos plantea, de hecho, problemas nuevos, aún cuando también proporciona oportunidades significativas y valiosas. Todavía dista de ser un medio inclusivo, sobre todo desde una óptica global. Sin embargo, en la medida en que avanza hacia ello y que fomenta la expresión del individuo sin restricciones, surgen una ventaja y un inconveniente: la ventaja de contar con información de millones de procedencias. y con innumerables puntos de vista, y el inconveniente de contar con información de millones de procedencias y con innumerables puntos de vista.

Quienes participan en este entorno necesitan leer y evaluar tanto material, de fuentes tan diversas, que se vuelve imposible para ellos sostener una actitud crítica y exigente hacia él. Cuanto más rica la sustancia, mayor el desperdicio y el caos. El mero caudal y cantidad de voces crea una especie de efecto nivelador; todo parece surgir del mismo lugar y, a primera vista, nada parece mucho más confiable que el resto. Esta circunstancia convierte la capacidad para estimar el valor y la credibilidad del material hallado en la Internet en una habilidad esencial, si pretendemos beneficiarnos activamente con la información a nuestro alcance.

Dados el volumen y la variedad de información y fuentes a las que puede accederse on line, un lector critico, en términos generales debe ser capaz de evaluar rápidamente los niveles de credibilidad una y otra vez. Cada nuevo participante de un debate on line, cada nueva página web, cada nuevo e-mail origina situaciones en las que podrían llegar a nuestra pantalla elementos falsos, peligrosos, ofensivos o inútiles. Como veremos en detalle, una de las condiciones que impone la lectura crítica es contar con un amplio conjunto de normas generales o heurísticas, que ofrezcan al lector un rápido panorama sobre la clase de material con que está tratando,  aunque las aplique en forma inconsciente como suele suceder. Es cierto que estas normas generales son imperfectas – en el mejor de los casos constituyen aproximaciones – y siempre se corre el riesgo de confundirse con ellas. Tal vez incluyan o excluyan demasiado. No obstante dado el volumen de material con que se trabaja, la necesidad de contar por lo menos con un criterio inicial, sin demoras, aun cuando sea deficiente, se convierte en una especie de principio digital de emergencia."





jueves, 22 de octubre de 2015

*Dar Vueltas




Extracto de texto del libro:
Educación: riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información. 
Burbules, Nicholas C., and Thomas A. Callister. Buenos Aires: Granica, 2001. pág. 40-45

En general, se considera que el acceso a la red es un problema técnico. Poner la red a disposición de toda la escuela, a pesar de sus méritos, interpreta la cuestión de una manera limitada. Tener acceso no significa sólo contar con una forma de  utilizar ordenadores y una conexión a Internet. El “acceso” debe ser reconsiderado como un objetivo social mucho más complejo, que abarca varios niveles. Si un usuario no logra participar eficazmente en todas las oportunidades que ofrece la Internet, no se puede decir que tenga acceso a la Red, aún cuando posea un ordenador y esté conectado.
Sin embargo, adquirir las técnicas de acceso sigue siendo solo una parte del problema y no precisamente la que supone el mayor desafío. Hay predisposiciones y actitudes personales que también determinan el uso eficaz y es posible que estas sean mucho más difíciles de desarrollar mediante cursos. Ciertos tipos de personas o grupos pueden tener predisposiciones y actitudes opuestas a las necesarias que no desean cambiar o dejar de lado.

El hecho de pasar más tiempo conectados, entendido en general como ventaja, tal vez les resulte una desventaja porque implica renunciar a otro tipo de actividades y valores. Y, dado que algún nivel de destreza y confianza para usar la tecnología probablemente se adquiera solo a través de la experiencia de estar conectado, al ciclo de inclusión y exclusión se autoperpetúa.
Grosso modo, solemos encontrarnos con dos tipos de principiantes. Cuando se enfrentan a una dificultad desconocida, o se atascan, algunos vagan por la red, prueban diversas cosas, adivinan soluciones. Al hacerlo, no sólo tienen la oportunidad de encontrar una salida al problema, sino también de descubrir nuevas capacidades del sistema que están utilizando. “Dar vueltas” por la Internet es un método indispensable para todas los usuarios, cualquiera sea su grado de habilidad. Pero a otras personas no les resulta fácil hacerlo.

Tener tiempo es un criterio de acceso dado que muchas nuevas tecnologías se han comercializado sobre la base de su eficiencia o productividad cada vez mayor, existe una creencia generalizada de que al disponer de ellas se ahorra tiempo, sin embargo cualquier usuario de ordenadores sabe que eso no es totalmente cierto. Es verdad que muchas cosas se pueden realizar con mayor rapidez. Pero no hay que desestimar las horas que llevan los preparativos que pensamos nos permitirían ahorrarlas: organizar todo, localizar las dificultades, encontrar nuevos atajos y cosas por el estilo.
Cuando uno se entusiasma online, advertirá que utiliza el ordenador por lapsos más prolongados. Muchos creen que se trata de una pequeña inversión inicial que multiplicara en adelante sus ratos libre, pero, lo cierto que gran parte de esos ratos se destinaran, justamente, a permanecer online. ¿Quién dispone del tiempo necesario para avanzar a través del material  irrelevante de la internet y encontrar la perlas de información o interacción personal valiosas y agradables?

miércoles, 21 de octubre de 2015

Umberto Eco denuncia la "invasión de imbéciles" que han generado las redes sociales.

El escritor y semiólogo italiano Umberto Eco, autor del best seller "El nombre de la rosa", entre otras novelas y varios ensayos, ha vuelto a desatar la polémica con motivo de unos comentarios suyos sobre Internet y las redes sociales. "El drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad", dijo durante una conferencia de prensa en el Gran Palacio de la Real Escuela de Equitación en Turín, donde le otorgaron el diploma honoris causa en Comunicación y Cultura de los Medios de Comunicación de la Universidad de Turín, la misma donde se graduó en Filosofía en 1954.


Eco acusa a las redes sociales de haber generado una “invasión de imbéciles”, frase que se ha vuelto viral en Twitter. “Las redes sociales le dan derecho de palabra a legiones de imbéciles que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la colectividad”, ha dicho añadiendo que “enseguida (a éstos) los callaban, mientras que ahora tienen el mismo derecho de palabra de un premio Nobel. Es una invasión de imbéciles”. Para el escritor, si “la televisión había aprobado al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior”, el “drama de Internet es que ha aprobado al tonto del pueblo como el portador de la verdad”. 

El semiólogo ha invitado a los diarios de papel a filtrar, con un equipo de periodistas especializados, las informaciones de Internet, “porque nadie hoy está capacitado para entender si un sitio es confiable o no”. Y a dedicarle al menos dos páginas a un análisis crítico de los sitios.

http://www.republica.com/2015/06/15/umberto-eco-denuncia-la-invasion-de-imbeciles-que-han-generado-las-redes-sociales/